Ando por camino conocido,
la
palma de mi mano me servirá de plano hasta que me encuentre,
pienso….
Mal,
tropiezo
y me levanto como si alguien me observara desde lejos,
tropiezo
y ese alguien se me acerca,
pregunto
¿de qué va todo esto? Si mis manos sudan borrarán los senderos que
quiero pintar, entonces, prosigo,
¿por donde las dirijo, hacia dónde
siguen?
El corazón me late tan rápido como mis manos quieren ir,
se retuercen entre sí enmarañando el blanco del tejido,
cada vez más marrón, menos blanco, menos puro,
ese alguien aún calla provocando un silencio aterrador,
interrumpido por los aplausos de los vecinos que desde su balcón,
me anuncian que queda un día menos.
Pero ese alguien, cada vez está mas adentro de mi,
más marrón y menos puro.
Transcurrido un buen rato de bufidos,
sin lamentos y según la voz que llevo dentro,
pienso en voz alta.
sin lamentos y según la voz que llevo dentro,
pienso en voz alta.
“Un garabato más, un grito menos.”
Fotos: Sonia Sempere
Texto: Sonia Sempere
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