Silencio, que mis prendas me hablan de raíces, tierra y mar.

Esta lengua de esparto hoy no me deja hablar,
de ella no sale ni el silencio.
 Palabras sin coser,
espesas y densas como única niebla que ve un ciego me aísla del mundo exterior,
espacio y tiempo se escapan y me quedo aquí, anclada en tierra firme dentro de mi barca,
sin deriva, con rumbo, sin norte ni sur, sin ti, sin mi...
aquí donde mis pies raíces son y nudos mi garganta.

Un grito de libertad es lo que tengo, nada más.
¿Te parece poco?
No, 

 

Blanco y negro, sin color!!!!!