Un regalo tan especias como sus piropos, tan bonitos como ella me parece, tan bella por dentro como por fuera. Suerte he tenido en conocerla, aunque breve el saludo y densa la conversación.
Para Amaiur, hijo de Oihane, quien ayer después de entregarle la prenda que le pinté por encargo me llenó de piropos levando así mi autoestima y confianza en lo que hago.
Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario