La tarde pasa y la noche llega,
esa noche soñada despierta,
con los ojos bien abiertos y buscando estrellas,
rezando en silencio a que vuelvas.
Pasan las horas, la noche no llega,
eterna espera en el bosque, en la calle, en las aceras,
en tu lado de la cama, tumbada sin almohada ni pijama de seda...
mirando el reloj de arena,
llego a dormirme tranquila y serena,
como pesan las horas sin tu presencia y al rato…
tú llegas.
Mírame a los ojos y sonríeme,
que llevo toda la noche en vela y desespero por uno de tus besos,
ese que con todo el deseo me das en cada despertar, y loca por boca busco
el placer de clavarte mis huesos,
Porque muero por verte caminar junto a mis pasos,
por subir montañas en globo y bajarlos suspirando,
por saltar en paracaídas desde las nubes dibujadas y pintadas con mis manos, por toda tu espalda, por todo el bosque y en cada árbol.
Sonríeme y saca el hoyuelo enterrado junto a mi mano.
No dejes de sonreír,
y quédate a mi lado unas horas mas,
hasta que se borren los recuerdos,
hasta que se desvenden las ganas de amarnos,
y sus burbujas hagan su magia y retrasen la salida del sol,
y nuestros mundos den la vuelta al reloj de arena,
y se aten con nudos en los dedos de los pies y manos… y bailemos un vals entre tanta risa.
Y el tiempo ha parado la salida del Sol y nos quedamos a la sombra de la Luna…
Noche tras noche, vida tras vida.
Y el tiempo ha parado la salida de la Luna….
Alargo mis brazos hasta tocar el Sol!!!!!
Texto: Sonia Sempere
Fotos: Sonia Sempere
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