Ángela.
Ese el nombre que le he puesto a mi maniquí.
Ella será mi compañera en las sesiones de fotos, tiene ruedas con las que correr a mi paso y un lunar en el cuello, defecto de fabricación que paso por alto, ya que para mi es perfecta.
Le muevo las manos a nuestro antojo y le giro la cabeza para que salga de perfil.
Ella, Ángela la llamo.
Fotos: Sonia Sempere
Texto: Sonia Sempere
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